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Valentina E PASQUALINA: Emprender con alma, dulzura y propósito

Un viaje de Valentina Pizzuti que empieza con una receta de la nona

Hay proyectos que nacen de una idea. Otros, de una herencia emocional. Valentina e Pasqualina es esto último: un emprendimiento que surge de la cocina de casa, de la memoria compartida entre generaciones y de una receta que no solo alimenta el cuerpo, también el alma. Su creadora, Valentina Pizzuti, ha conseguido convertir el postre más emblemático de Italia, el tiramisú, en una marca con identidad, sabor y una historia que emociona.

Lo que comenzó como un acto íntimo y familiar, preparar tiramisú con su abuela Pasqualina (nona de 89 años y es su socia en la empresa de venta de tiramisú online), se ha convertido hoy en una empresa artesanal que apuesta por lo auténtico, lo hecho a mano y lo que se hace con cariño. Una marca que no solo vende producto, sino también experiencia, tradición y belleza.

Tabla de contenidos

El alma de Valentina e Pasqualina

Valentina e Pasqualina no es solo un negocio de repostería. Es una declaración de intenciones. Cada tiramisú está elaborado a mano, sin aditivos ni artificios, siguiendo la receta clásica: sin licor, con mascarpone, café, savoiardi y huevos. La esencia está en el detalle, en la calidad de los ingredientes, pero también en la experiencia global: desde el packaging hasta la manera en que se comunica con su comunidad, todo transmite cercanía, honestidad y amor por lo que se hace.

Además, Valentina ha sabido posicionar su producto desde una sensibilidad estética muy cuidada. La marca Valentina e Pasqualina no solo habla de postres, también habla de emociones, de momentos que se comparten, de relaciones intergeneracionales y de recuerdos que se saborean. Lo artesanal no está solo en la receta, sino en el espíritu del proyecto.

El salto al emprendimiento: Una decisión valiente

Valentina Pizzuti no proviene del mundo gastronómico ni de una empresa familiar. Su experiencia profesional estaba ligada a la comunicación, pero algo dentro de ella pedía cambio. Como ocurre en muchas historias emprendedoras, el motor fue personal: una necesidad de reconectar con algo propio, de crear desde lo auténtico y de poner en valor una tradición que formaba parte de su historia.

Ese momento de transformación la llevó a emprender. Pero no desde la improvisación, sino desde la búsqueda de coherencia y sentido. Así nació Valentina e Pasqualina, con una visión muy clara: ofrecer un producto con alma, con calidad y con una narrativa coherente.

Emprender no fue fácil. Se enfrentó al reto de arrancar sola, de diseñar procesos, de adaptarse a la logística alimentaria, de mantener la calidad en cada tiramisú que salía de su obrador. A ello se sumaban los miedos habituales: ¿gustará?, ¿funcionará?, ¿podré vivir de esto? Pero Valentina los transformó en impulso. Cada obstáculo se convirtió en una oportunidad para aprender, crecer y demostrar que los negocios también pueden construirse desde la emoción.

Emprender desde lo real: Claves del éxito de Valentina e Pasqualina

Lo que hace único a Valentina e Pasqualina es su coherencia. En un mundo donde lo inmediato domina, Valentina Pizzuti apuesta por el ritmo lento, por la atención a los detalles y por el contacto humano. Cada pedido se prepara con mimo, cada mensaje de sus clientas se responde con gratitud. Esa cercanía es parte de su éxito.

Además, ha sabido crear una comunidad que no solo consume su producto, sino que conecta con su historia. Mujeres y hombres que valoran lo artesanal, lo auténtico, lo hecho con alma. Personas que buscan regalar algo más que un postre: una experiencia que transmite cuidado y tradición.

En paralelo, Valentina Pizzuti también ha empezado a ofrecer talleres y experiencias alrededor del tiramisú, donde comparte su conocimiento, su proceso y su filosofía de vida. En estos encuentros no solo se cocina, también se conversa, se crea red y se potencia el emprendimiento desde lo humano.

Valentina Pizzuti: Un modelo de inspiración real para la comunidad IKONIKAS

Desde IKONIKAS, celebramos historias como la de Valentina Pizzuti, porque representan un modelo de emprendimiento que pone en el centro lo importante: la autenticidad, el propósito y el impacto emocional. Su recorrido es una prueba de que no hace falta encajar en moldes tradicionales para construir un negocio sólido, coherente y con futuro.

Valentina e Pasqualina es hoy mucho más que una marca de tiramisús. Es un proyecto con alma creado por Valentina Pizzuti, una mujer emprendedora que se atrevió a mirar hacia dentro, a escuchar sus raíces y a convertir una receta familiar en un camino profesional. Es un recordatorio de que los negocios también pueden nutrirse de valores, vocación, autenticidad y especial cuidado en los detalles.

Valentina Pizzuti en Be an IKON: Una historia que deja huella

En la primera edición del curso Be an IKON, Valentina Pizzuti fue una de las colaboradoras invitadas. Expuso el camino que ha recorrido y dejó una huella profunda. Su historia no solo se transmite a través del sabor, también se vive en espacios donde lo emocional y lo profesional se cruzan. 

Durante la intervención de Valentina Pizzuti, compartió con honestidad y cercanía cómo surgió Valentina e Pasqualina, qué significaba para ella emprender desde una receta familiar y cómo había aprendido a convertir esa tradición en una propuesta de valor. Su relato fue uno de los momentos más conmovedores del encuentro: sincero, inspirador y cargado de pasión y tradición.

Muchas asistentes se sintieron reflejadas en su historia. Porque lo que compartió Valentina Pizzuti no fue solo su camino emprendedor, sino también su proceso personal. Un testimonio que recordó a todas que emprender también puede ser un acto de conexión con una misma.

Aprendizajes de una emprendedora con propósito

A lo largo de su recorrido, Valentina Pizzuti ha compartido algunos aprendizajes clave  de su proyecto Valentina e Pasqualina que pueden servir a otras personas que estén considerando emprender desde lo pequeño, lo personal y lo emocional:

Comunidad IKONIKAS: Cuando una historia se comparte, muchas otras comienzan

Valentina Pizzuti ha logrado algo que muchas personas sueñan: transformar una pasión en un proyecto con impacto. Y lo ha hecho desde el corazón, la constancia y el deseo genuino de compartir algo bello. En IKONIKAS creemos que historias como la de Valentina e Pasqualina merecen ser contadas, porque nos recuerdan que emprender también puede ser un acto de amor o de conexión con uno mismo.

Cada historia auténtica tiene el poder de inspirar a otra. Por eso, si tú también has emprendido desde el propósito, si estás construyendo algo que nace de lo real y quieres dejar huella, te invitamos a formar parte de la Comunidad IKONIKAS.

¿Quieres contar tu historia? Tu experiencia puede ser ese impulso que otra persona necesita para comenzar. Comparte tu experiencia e inspira desde lo que eres.

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